No es casualidad que la convocatoria del "Orgasmo Mundial por la Paz" haya sido realizada para el día 22, el día del solsticio de invierno en el hemisferio norte. Los solsticios y lo equinoccios son eventos de la naturaleza ligados a los ciclos cósmicos y por lo tanto de gran simbolismo e importancia energética. Los solsticios han sido tradicionalmente celebrados y honrados en todas las culturas, como las fechas clave del ciclo anual astrológico y de la naturaleza. El solsticio de invierno, en diciembre, día más corto del año, que marca el "recogimiento" de la naturaleza, para a partir de ahí, caminar lentamente hacia el nuevo ciclo del Sol de primavera-verano. El solsticio de verano, en junio, y tradicionalmente asociado a las fiestas del fuego en la noche de San Juan, es la otra cara de la moneda, donde el Sol alcanza su mayor esplendor y duración y la noche es más corta, para a continuación comenzar de nuevo el cambio del ciclo que nos lleva de nuevo al otoño-invierno.
A parte de su profunda significación e implicación con todos los ciclos del planeta, con las cosechas, el clima y la forma de vida, los solsticios nos ligan con la verdadera realidad cíclica del tiempo en el cosmos, dejándonos ver nuestra "ilusión" del tiempo lineal. La sincronización de nuestra vida con los eventos naturales, con los solsticios y los equinoccios, nos lleva a la armonía con la naturaleza y, por ende, con nosotros mismos. Todo el gran desequilibrio y ansiedad de la mente humana actual podría perfectamente explicarse como producto de esta separación de lo cíclico en la naturaleza, en aras de un patrón de tiempo mecánico y lineal que hace de nuestras vidas una continua lucha contra la vida misma.
En los momentos actuales de gran cambio planetario y de ascensión de la conciencia y de la Tierra, esta alineación con los ciclos naturales es si cabe más importante aun, pues nos proporciona la necesaria "conexión" con la Tierra para poder afrontar ese proceso de ascensión que supone traer la conciencia del Espíritu a la materia.
A parte de todo lo expuesto, los solsticios son actualmente, y cada vez más, importantes portales energéticos que nos permiten saltos en nuestro estado de conciencia. La coincidencia del solsticio con la convocatoria del "Orgasmo Mundial por la Paz" magnifica grandemente la energía que en ese día se producirá.