Tantra Nueva Tierra
Preguntas y Respuestas

La alquimia de la sexualidad

Consulta: He leído en algún sitio que el Tantra considera que la sexualidad puede resolver los problemas de pareja. Me gustaría que me explicases esto. ¿Cómo es posible cuando tienes un problema con tu pareja utilizar la sexualidad para resolverlo?. Yo por lo menos, me siento incapaz de hacer el amor con mi pareja cuando estoy enfadada. Para hacer el amor me tengo que sentir bien con él.

R:

Efectivamente el Tantra considera la energía sexual como una fuerza alquímica capaz de transmutar nuestros estados. Cuando la sexualidad se utiliza de la forma tántrica, se convierte en una energía de unión, que ayuda a ir más allá de los problemas de la pareja. Es como un punto de encuentro, un punto de unión entre dos seres, donde se disuelven esos estados mentales y emocionales que nos parecen tan reales pero que no son otra cosa que proyecciones del ego (el “yo”) hacia el exterior. Cuando una pareja tántrica hace el amor, no lo hace de la forma normal, para descargarse, para dar salida a esa impulsividad mental e instintiva de búsqueda del placer (eso efectivamente no resuelve nada, es más empeora las cosas al quedarse en un mero acto egóico, emocional e inconsciente). Cuando una pareja tántrica hace el amor, lo que busca es “fundirse” con el ser que tiene delante a través de lo físico. Utiliza el cuerpo y la energía sexual para llegar a la experiencia, podríamos llamar mística, de comunión con el ser que tiene delante y con su propio ser. Y ese Ser está más allá de los estados mentales/emocionales que no son sino nubes que impiden ver la verdad de lo que somos. Cuando una pareja tántrica hace el amor eleva su energía sexual al corazón y es ahí donde uno se funde en el otro. Ya no hay “dos”, hay “uno”. Casi todos hemos tenido alguna vez vislumbres de lo que es eso, cuando hemos hecho el amor enamorados. Es ahí donde lo “problemas” se desvanecen.

Cuando dices “me tengo que sentir bien con mi pareja para hacer el amor con él” estás anteponiendo lo emocional y lo mental (tu ego) a lo verdadero, cerrando las puertas a lo que está más allá. Es lógico que la mayoría de las mujeres piensen así, después de miles de años de utilización de lo femenino por hombres que se movían exclusivamente desde lo genital y lo mental. Pero también hay ahí un dolor que hay que sanar y desactivar si queremos ir a otro sitio. Una mujer que no haya sanado ese dolor, que no haya llevado consciencia a todos esos esquemas y creencias que vienen del pasado no puede acceder a la experiencia tántrica, auque tenga delante a un hombre que ha abierto su corazón, pues inconscientemente se seguirá sintiendo utilizada.

Efectivamente la forma normal de hacer el amor no resuelve nada y tienen razón las mujeres en no dejarse utilizar por hombres que lo que buscan es descargar dentro de ellas su instintividad y su compulsividad mental. Pero el amor tántrico no es eso. Cuando un hombre ha abierto su corazón, cuando es capaz de entregarse y estar presente dentro de la mujer más allá de su compulsividad egoísta; y cuando una mujer ha liberado todo ese dolor y creencias del pasado que la impiden entregarse desde su verdadera naturaleza femenina, es entonces cuando el acto sexual se convierte en un acto de disolución del “yo”. En alquimia, pues es sólo en el “yo” donde se encuentran los problemas.

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