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martes, 18 de noviembre de 2025
Escuchar en voz Lección 322 Lo único que sacrifico son las ilusiones, nada más. Y
a medida que éstas desaparecen, descubro los regalos que trataban de
ocultar, los cuales me aguardan en jubilosa espera, listos para
entregarme los ancestrales mensajes que me traen de Dios. En cada regalo
Suyo que acepto yace Su recuerdo. Y cada sueño sirve únicamente para
ocultar el Ser que es el único Hijo de Dios, el Ser que fue creado a Su
Semejanza, el Santo Ser que aún mora en Él para siempre, tal como Él aún
mora en mi. Padre, para Ti cualquier sacrificio sigue siendo algo por siempre
inconcebible. Por lo tanto, sólo en sueños puedo hacer sacrificios. Tal
como Tú me creaste, no puedo renunciar a nada que Tú me hayas dado. Lo
que Tú no has dado es irreal.¿Qué pérdida podría esperar sino la pérdida
del miedo y el regreso del amor a mi mente? |
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